Ante la celebración de un nuevo Primero de Mayo, la Unión Progresista de Inspectores/as de Trabajo desea unirse a los actos conmemorativos del Día de la clase trabajadora, expresando su reconocimiento a las trabajadoras y trabajadores de los sectores esenciales que en estos días se esfuerzan en dar respuesta a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Entre ellos, junto a profesionales sanitarios y empleadas y empleados públicos de todas las Administraciones, merecen más que un aplauso todas aquellas personas que se dedican al trabajo de cuidados, el personal de limpieza, quienes cocinan o cuidan menores en el hogar familiar, quienes están en los comercios y supermercados procurando nuestra alimentación, aquéllos que subidos a una bici reparten comidas… Colectivos muchos de ellos invisibilizados, socialmente infravalorados, precarizados y mal pagados, que esta crisis ha revelado como esenciales.
Debatíamos pocos meses atrás sobre la necesidad de un nuevo Estatuto del Trabajo para el siglo XXI. Defendíamos entonces la necesidad de relaciones laborales presididas por los principios de dignidad salarial o jornada previsible y garantizada, y reivindicábamos el urgente restablecimiento de una verdadera negociación colectiva, como elemento clave del derecho de libertad sindical y el necesario contrapeso al poder unilateral de la empresa frente a las personas trabajadoras individualmente consideradas. En materia de seguridad y salud laboral, subrayábamos la vigencia de nuestra propuesta de exigencia de revisión de las normas de prevención de riesgos laborales, especialmente en relación a la organización preventiva, huyendo de la burocratización y externalización de la gestión preventiva. Mientras que en el ámbito de la Seguridad Social denunciábamos la deriva de expulsión del Derecho del Trabajo de crecientes colectivos de trabajadores, favoreciendo, incluso institucionalmente, la proliferación de formas abusivas y fraudulentas de relación civil para relaciones que en realidad lo son por cuenta ajena, lo que tiene una clara y directa repercusión en el ámbito de la Seguridad Social.
La pandemia global que ahora nos afecta no puede suponer un paso atrás en relación a aquellas premisas básicas que sólo hace unos meses defendíamos como prioritarias. La crisis no puede servir de excusa para recortar los derechos laborales.
En defensa del marco democrático de relaciones laborales, la Inspección de Trabajo está llamada a cumplir una función social, a desarrollar una labor que en circunstancias como las actuales se presenta como esencial e imprescindible.
La Unión Progresista de Inspectores/as de Trabajo manifiesta su compromiso en esta cita histórica.
Madrid, 30 de abril de 2020
SECRETARIADO PERMANENTE UPIT